jardín umbrío


























Historias de santos, de almas en pena, de duendes y ladrones.

Versión para títeres de la obra del mismo título original de Ramón del Valle-Inclán.
Sinopsis
Un carruaje espectral, en el que viajan los personajes secundarios de "Jardín Umbrío", recorre las tierras de Salnés. A través de sus diálogos, monólogos y lamentos reviven los cuentos "Juan Quinto", "El misterio" y "El rey de la máscara".
El propio Valle Inclán, el coc
hero, cuenta una historia fantástica, "Comedia de ensueño"
Cada una de las cuatro escenas se representa con un tipo diferente de títeres, de guante, de varillas, marionetas y sombras chinescas.
El espectáculo, con música y canciones en directo, es una fiel adaptación de los textos de Valle Inclán y una versión muy libre de "Las crónicas del sochantre", de Álvaro Cunqueiro.
Ficha artística
Autor...................................Valle Inclán
Adaptación...........................Pep Gómez
Titiriteros.............................Pep Gómez y Andrea Lorenzetti
Música en directo................Pep Pascual
Construcción de títeres........Pepe Otal, Pep Gómez y Andrea Lorenzetti
Escenografía........................Andrea Lorenzetti i Giovanni
Fotografía............................Natalia

Unas críticas de Jardín Umbrío














Se presentó en el Horiginal–un espacio realmente insólito y activísimo de Barcelona, restaurante y al fondo una sala para presentaciones, jam-sessions, poesia y encuentros filosóficos, que llevan el escultor Ferran García y el poeta Josep Pedrals– el estreno de la nueva obra de Pep Gómez y Andrea Lorenzetti, que llevaba ya un tiempo cocinándose y del que a veces se había presentado algún fragmento suelto. Por fin la obra estaba terminada, y los afortunados que acudimos a la cita tuvimos el privilegio de asistir a una memorable representación, de corte familiar e intimista, en la que las contundentes palabras de Valle-Inclán y de Álvaro Cunqueiro resonaron con fuerza junto a los sonidos de Pep Pasqual, este músico inclasificable y genial, que tanto puede despuntar en un concierto de jazz como saxofonista solista, como en un espectáculo teatral ejerciendo de “pintor sonorista” del mismo.
Inició la sesión el gallego Francisco Borxa –que suele actuar con Lorenzetti en “Os títeres da Via Láctea”– con una queimada acompañada de invocación que pretendía iniciar al público en los mundos ocultos y tenebrosos de la obra que se iba a presentar. Sus palabras retumbaron con fuerza en el espacio del Horiginal y todos quedamos impresionados y satánicamente bendecidos para entrar en los umbrales del más allá.
Luego, con las pinceladas sonoras de Pep Pasqual, que ejercía de músico invisible y discreto junto a los titiriteros, se inició el doblar de campanas de esta obra fúnebre que recoge cuatro de los cuentos con los que Valle-Inclán quiso retratar los ambientes lúgubres de su Galicia natal.
Creo que el gran acierto de la obra radica en la feliz combinación que se ha hecho de los textos de Valle-Inclán y del mundo de ultratumba de Cunqueiro a través de sus Crónicas do Sochantre (1956). La carroza de muertos que lleva a dos cadáveres, uno de ellos con el puñal todavía clavado en la garganta, carroza vista primero en un plano general, y luego en un primer plano interior, por el que vemos a los dos muertos dialogar en gallego mientras se dirigen al cementerio, es un gran hallazgo dramatúrgico de la obra. Su trote macabro y sosegado, cuya cadencia sostiene las conversaciones de los difuntos, hila las cuatro escenas de Valle-Inclán y consigue un distanciamiento irónico y fúnebre, a veces hilarante, como cuando otro muerto al que han incinerado habla sacando chorros de su propia ceniza de la urna.
Historias de curas montaraces y asesinos dubitativos, de brujas poseídas por el demonio y esposas de maridos encarcelados, de máscaras grotescas y fiambres coronados reyes del Carnaval, de bandidos siniestros cuyo capitán se enamora de la mano que acaba de cortar cuando asomaba tras una reja… Un repertorio valle-inclanesco de personajes sombríos y situaciones grotescas que encuentra en las marionetas a sus mejores actores. Las voces de los dos titiriteros acompañan con adecuado tono la obra: la fúnebre y solemne voz de Pep Gómez, y la más juguetona de Andrea Lorenzetti, ambos de dicción atropellada, como corresponde a unos personajes que no hablan en los escenarios de la Academia sino desde las profundidades de la Ultratumba.
La obra está provista de una iluminación tenue y sutil, con una puesta en escena sencilla de corte artesano, es decir, en la que todo está a la vista y en la que caben los errores y los retrasos, pues es voluntad de los titiriteros que así sea, buscando un tono de intimidad mortuoria, la que existe cuando se han abandonado las banalidades del oropel y de la apariencia, y sólo queda lo esencial. La desnudez estilística casa bien con el expresionismo esperpéntico de Valle y con los habitantes del más allá. También la música crea tiempos sutiles, sin grandes pronunciamientos, con pinceladas que sin embargo van marcando los ritmos interiores de la acción, los pesares y las nostalgias de los protagonistas, la mayoría muertos o a punto de estarlo.
Una nueva obra del tándem Gómez-Lorenzetti, que parecen muy compenetrados en su labor, gracias seguramente a un aplomo compartido, el que trae los años en el caso de Pep, y el de quién busca con la tozudez del aprendiz en el caso de Andrea. La vetusta sabiduría de la madurez junto al osado denuedo de la juventud. Unidos también por la voluntad de crear mundos oscuros y fantasmales, reflejos de un tiempo, el actual, que dejó de brillar con el fulgor del oro.
Jardín Umbrío, con una buena continuidad de representaciones que asientan la obra y la aplomen respecto al ritmo, la dicción y otros detalles, puede convertirse en una obra de culto para paladares inquietos. Por Toni Rumbau, miércoles 26 de enero de 2011, (http://rutasdepolichinela.blogspot.com)

Concentrat de poesia

Diguem-ho clar: viure actes com el d'aquest dijous és la nostra sort i el nostre privilegi;Aquest destil·lat d'ironia finíssima, aquesta aparent ingenuitat carregada d'ofici i d'intenció,

aquesta artesania pessebrística, que amb l'artifici mínim del llum d'una espelma ens commoui ens fa somriure, aquest degoteig de màgia i poesia i, sobretot, que encara hi hagi gent capaç


de dedicar el seu art, enginy i esforços a servir-nos històries i sensacions d'aquesta qualitat com aquests
Pep Gómez, Andrea Lorenzetti i Pep Pascual,
(i el seu còmplice el druida de la queimada)
desactiven fins i tot el pessimisme dels més escèptics.
Poesia visual, poesia ambiental, sonora, conceptual.
I poesia al "tercer temps": papiroflexia, pitos i reclams, ninots i ginys de titellaire
que tornen al bagul en una sala absurdament buida per imperatiu sanitari-legal.
(l'aire és net, però tothom se n'ha anat a fora...) 23/1/11 Ferran García, L'Horiginal, (http://horinal.blogspot.com)